domingo, junio 29, 2008

¿el único buen filósofo es el filósofo muerto?

"Las condiciones que hacen posible la experiencia de objetos son las mismas que hacen posible los objetos de la experiencia" Kant


O como filosofar con Cocodrilo Dundee


Hablando de la domesticación del ser humano, ¿es posible domesticar a quien filosofa?

Hoy me llegó este enlace al sitio de un programa australiano sobre filosofía: "The philosopher's zone" (http://www.abc.net.au/rn/philosopherszone)
Y escuché esta entrevista en ese sitio:
http://www.abc.net.au/rn/philosopherszone/stories/2008/2270057.htm#transcript

Tomo entonces sólo el comienzo, la presentación de esa entrevista como punto de partida para unas reflexiones personales.

El Bushido, el Código del Samurai, le enseña al samurai que lo que termina de dar sentido y realiza una vida es la muerte que uno tiene. Una idea semejante a la aristotélica para decir adecuadamente si alguien fue virtuoso, esto es si su vida fue de excelencia. Entonces la posibilidad de revisar como mueren, como enfrentaron la muerte varios filósofos es instructivo, hasta edificante se podría decir. Aunque como no murió uno me lleva a hacer preguntas ,que es lo que hacemos en filosofía, plantear problemas que es lo que hacemos los científicos, los aprendices de brujo. Pero me parece que decir "no murió" puede ser un poco de humor negro, entonces introduzcamos una palabra breve, como le gusta a los anglosjones, para definir esas experiencias cercanas a la muerte o de muerte que luego se revierten, usemos el término "casimuerte".
Aquí el relato entonces de la casimuerte de un filósofo. Y luego las preguntas.


Fragmento de la entrevista

Este es el comienzo (más abajo y a continuación traduzco este párrafo):

Alan Saunders: Hello, and welcome to The Philosopher's Zone. I'm Alan Saunders.

Philosophers who seek to learn how life is to be lived, must also ask how the project of life is shaped by the knowledge of its eventual termination. And when the philosopher is dying, the philosophy is put to the test. Does it comfort you? Does it strengthen you? Does it still seem valid? Or does it fade into irrelevance in the face of eternity?

These are some of the questions asked by Simon Critchley, Professor of Philosophy at the New School for Social Research in New York, in his recent Book of Dead Philosophers, which looks at some famous philosophical departures, from Socrates in ancient Athens to David Hume in 18th century Edinburgh.

And here he is in conversation with me at this year's Sydney Writers' Festival. And we're beginning by looking at how death was faced by a very sober, unreligious, scientific-minded thinker indeed, the English logical positivist, A.J. Ayer, who died in 1989.

Simon Critchley: He choked on a piece of salmon, but he revived; he was technically dead for two or three minutes and when he revived he had a near-death experience. And he reported that he was in this vast space, and everything was coloured red, and he could see himself, and he was aware that something was wrong with space and time, there were ministers of space and ministers of time. The ministers of space were present but the ministers of time were absent. And he remembered through Einsteinian physics, that time-space was a continuum. And he was trying to indicate this by shaking his watch, he was walking around with his watch. Then he revived, and lived for another year or so.

And there's a lovely story that his wife tells, that she said to Jonathan Miller, who remarked Well Freddie's in spectacularly good form these days. And she said, Yes, he's so much nicer since he died. And it caused Ayer to doubt the question of the afterlife, and he published an article in The Sunday Telegraph or something to that effect. It's an interesting story.


Traducción-traidición-traición

Alan Saunders: Hola y bienvenidos a "La Zona Filosófica", Soy Alan Saunders.
Los filósofos que buscan aprender como la vida debe ser vivida, deben además preguntar como da forma a el proyecto de vida el conocimiento de su eventual terminación (NT: Finalización es más certera pero menos punzante). Y cuando el filósofo está muriendo, la filosofía es puesta a prueba. ¿Esto te reconforta?, ¿te fortalece?, ¿aún parece ser válida? ¿O se disuelve en la irrelevancia enfrente de la eternidad?
Estas son algunas de las preguntas hechas por el profesor de filosofía Simon Critchley, en la New School for Social Research de New York, en su reciente libro Book of Dead Philosophers (El Libro de los Filósofos Muertos), el cual observa como murieron varios famosos filósofos , desde Sócrates en la antigua Atenas a David Hume en el siglo XVIII en Edimburgo.
Y aqui está él conversando conmigo en la feria de Sydney, "Sydney Writers' Festival" de este año. Y comenzamos mirando como la muerte fue enfrentada por un muy sobrio, antirreligioso y además pensador de mente científica, el positivista lógico inglés A. J. Ayer, quien murió en 1989
(Nota del traductor marciano ;o): es el autor de la compilación clásica El Positivismo Lógico y de una frase inquietante: "la metafísica son todas idioteces" )

Simon Critchley: Él se atragantó con un trozo de salmón, pero revivió; técnicamente estuvo muerto por 2 o 3 minutos, cuando revivió él había tenido una experiencia cercana a la muerte. Y él informó que estuvo en un vasto espacio, y todo estaba coloreado de rojo, y que se pudo ver a si mismo, y sabía que algo estaba mal con el espacio y el tiempo, había ministros del espacio y ministros del tiempo. Los ministros del espacio estaban presentes, pero los ministros del tiempo estaban ausentes. Y él recordó a través de la Física einsteniana que el espacio-tiempo era un continuum*. Y estaba intentando señalar esto sacudiendo su reloj, él andaba dando vueltas por ahí con su reloj. Entonces revivió, y vivió cerca de un año más.

Y hay una encantadora historia que su esposa cuenta, que ella le dijo a Jonathan Miller, quien remarcó :
-bueno, Freddie está en una forma espectacular en estos tiempos.
-Sí, está mucho más agradable desde que murió. -dijo ella.
Lo (esta experiencia) que causó que Ayer dudara sobre el tema de la vida después de la muerte y publicó un articulo en el The Sunday Telegraph o algo a esos efectos. Es una historia interesante.

* Otra nota del traductor marciano ;o):
Continuum espacio-tiempo son dimensiones interrelacionadas no hay una separación, están relacionadas entre sí como la altura con el ancho y la profundidad entre sí, esto es diremos que tenemos cuatro dimensiones: ancho, largo, profundidad, tiempo. ¿Recuerdan a Homero Simpson en el mundo 3-D? Así estamos nosotros en el mundo 4-D. Debido al conocimiento de esta noción o concepto, Ayer advierte que algo está mal... Como describe, él se puede mover, sacudir su muñeca con el reloj, está moviéndose en 3D como en un diagrama matemático XYZ pero EL TIEMPO no avanza, no retrocede, no pasa el tiempo, lo que no está bien, estoy escribiendo esta nota muevo mis dedos en el teclado, respiro, pero pasó el tiempo... digamos 30 minutos pasaron. En su percepción del fenómeno casi-muerte, el tiempo para él, para su percepción subjetiva no pasa, contrariamente a la canción "Y el tiempo no para" ... para él, Ayer, el tiempo paró. Pero está registrado que estuvo muerto por 2 o 3 (dos o tres) minutos. Para nosotros sobre este planeta y en este universo Ayer estuvo muerto un cierto tiempo.


Mi Ayer Azul Se Me Perdió...

Ahora las preguntas

  • ¿Dónde estuvo el sujeto consciente Ayer que el tiempo no pasaba? ¿Dónde andaba la Conciencia Ayer? (pregunta metafísica, especulativa o poética)
  • Otra posible pregunta y otra perspectiva, más "positiva" puede ser... ¿Es posible que debido a la muerte, el fenómeno biológico Ayer (mental y psicológico, electroquímico, la red de información neuronal) funcionara mal por lo cual el proceso de los datos sensoriales decaigan y sean procesados incorrectamente?, ¿qué la cantidad de errores de transmisión, recogidos y enviados desde los extremos nerviosos sensoriales (ojos, piel, oídos, etc) viajando a través de los axxones hacia el cerebro crezcan de tal manera que la información resultante de los procesos mentales sea errónea? Entonces la percepción estará equivocada, digamos que los datos no son capturados o adquiridos en la estructura o la forma del tiempo, que no son recibidos sus datos en la "mente" (1), el cerebro no tiene esa información como el ciego no tiene los datos de los colores en su mente y entonces dice "no veo". La mente Ayer no tenía los datos del tiempo entonces dice "no pasa el tiempo".

La elección de la pregunta y por ende la respuesta ahora seguramente será de carácter "irracional" o "racional"... Es su elección. Podemos inclinarnos a seguir nuestro lado más salvaje, no-domesticado, ese lado que aún corre tras la caza en la sabana africana o caza cocodrilos en la jungla australiana, ese lado que aún sabe que explora y descubre cada día nuevas maravillas bajo las estrellas del universo. O también podemos inclinarnos ante nuestro lado racional, hablar educados en voz baja como quien está en su casa y conversa con amigos mientras comparte un vino escuchando música electrónica, mansos y domesticados, decadentes, charlatanes "filósofos en la tormenta".

Lo importante es la honestidad para hacerse cargo, asumir el carácter de la pregunta que hacen. La pregunta ya apunta a quienes somos.

Alejandro Ferreyra

29/6/2008

martes, junio 03, 2008

EL TAO ... capítuo 44


Tao Te Ching - Lao Tzu - chapter 44

Fame or self: Which matters more?
Self or wealth: Which is more precious?
Gain is loss; Which is more painful?

He who is attached to things will suffer much.
He who saves will suffer heavy loss.
A contented man is never disappointed.
He who knows when to stop does not find himself in trouble.
He will stay for ever safe.


En Castellano, según la traducción de la versión de Ursula K. Le Guin


44 Fama y Fortuna

¿Qué está próximo, el nombre o el ser?
¿Qué es más querido
el ser o la riqueza ?
¿Qué da más dolor la pérdida o la ganancia?

Todo lo que sujetes se arrojará.

Todo lo que atesores, se perderá por completo.

Contentarse mantiene a raya la desgracia.

La contención te mantiene fuera de peligro,
de tal manera que puedas seguir adelante
durante, mucho mucho tiempo.



El Camino de la vida tiene mucho que ver con elecciones. Y toda elección lleva algo con nosotros y algo se debe quedar atrás. Eso que dejamos atrás les habla a los demás de lo valioso que es eso que elegimos llevar con nosotros, o que nos lleve por la senda o lo que (a quien) elegimos acompañar en el Camino.

Se me ocurre que Contentarse no es resignarse ni tiene una connotación negativa, al contrario. Es "
ponerse contento con", es estar contento, alegre, feliz tal vez en alguna medida, con lo elegido.

Elegimos algo con lo que nos sentimos contentos. Eso es un buen índice de la elección. Al menos en ese momento, nunca sabremos que nos aguarda en el recodo del camino.

Ah... siempre tenemos que elegir... incluso el demorar la elección o negarnos a elegir es una elección. Una opción amañada, tramposa, de "mala fé" dirá Sartre. Pero siempre estamos en situación de elección y esa libertad, nos da angustia.

lunes, junio 02, 2008

EL TAO ... capítulo 41


XLI
El espíritu superior que oye hablar del Camino,
lo practica con diligencia.
El espíritu normal que oye hablar del Camino,
tanto lo conserva como lo pierde.
El espíritu inferior que oye hablar del Camino,
ríe ruidosamente.
Y, por esta risa, se conoce la grandeza del Camino.

Lo dice el proverbio:
Iluminar con el Camino es como oscurecer.
Avanzar con el Camino es como retroceder.
Engrandecer con el Camino es como vulgarizar.
La virtud superior es semejante a un valle en su
oquedad.
El supremo candor es semejante a la ignominia.
La vasta virtud es insuficiente.
La virtud ya fundada es indolente.
La virtud más pura es como un adulterio.

El Camino es como un gran cuadrado que no tiene ángulos,
como una gran vasija que se elabora lentamente,
como un gran sonido de escasa tonalidad,
como un gran cuerpo sin forma.

El Camino es oculto y sin nombre.
Pero el Camino es generoso y realiza todos los seres.

Tao se puede traducir por senda o camino. Se puede pensar que es el camino de la vida de cada uno y sólo expresa esa confusión que nos envuelve.